martes, 18 de septiembre de 2018

El genio que pintó el retrato oval, de Ángeles Mora


                                                            El genio que pintó el retrato oval.
Ángeles Mora.
El Libro Feroz Editorial.
26 páginas.
6 €


Ángeles Mora nos tiene muy acostumbrados a lo bueno. Desde sus relatos en publicaciones como Calabazas en el trastero (Saco de Huesos ediciones) pasando por Ecos en el páramo (Niebla editorial, 2016) y el inquietante álbum ilustrado Piensa en otra cosa (Libro Feroz, 2017), Ángeles me fascina. Por su dominio de la técnica y su mano para crear atmósferas oscuras. Por sus raíces clásicas que traen ecos de los relatos de antaño, los decimonónicos, los buenos.
En esta ocasión tengo entre manos una publicación curiosa. Numerada y exclusiva, trabajada con mucho mimo, tal y como suelen ser los libros que llevan el sello de El Libro Feroz. Se trata del relato El genio que pintó el retrato oval, editado en formato ligero, un cuadernillo de 26 páginas, perfecto para ser devorado en una tarde. La portada es obra de la joven artista Verónica Márquez y la considero un acierto: es limpia y sugerente, tiene esa sencillez que lo dice todo.
Ángeles Mora, con un estilo impecable, construye una historia entretenida y tenebrosa, de claros tintes góticos (con elementos foscos, que diría aquel) a partir de la narración de Edgar Allan Poe. Posee todos los ingredientes: castillo abandonado, crímenes sin resolver, leyendas y la presencia del misterioso retrato oval de una dama. No diré más. Es un relato de corte clásico, donde escuchamos la voz de un protagonista en primera persona que asiste fascinado a una serie de descubrimientos macabros en el caserón en ruinas que se dispone a restaurar. La atmósfera es el punto fuerte de Ángeles. Usa descripciones sobrias y precisas para enriquecer una prosa a su vez sobria y precisa, muy en consonancia con esa forma de contar decimonónico. Pero que no se asuste nadie: es una prosa decimonónica, pero no. Un ser sin serlo. Nada huele a antiguo ahí dentro, y el lector es capaz de dejarse envolver por la ya mencionada atmósfera y por lo extraño de los acontecimientos que se narran. Jamás el lector se aleja de la historia.

El Libro Feroz, por su parte, es una pequeña editorial afincada en Huelva a la que hay que empezar a seguir muy de cerca. A mí me ganaron con Piensa en otra cosa, con el acabado perfecto de sus libros y un catálogo que va creciendo lento, pero seguro. Me alegra que esta editorial incorpore obras de género como Piensa en otra cosa y ahora El genio que pintó el retrato oval. Siempre es un soplo de aire fresco cuando el género se cocina lejos del fandom, no me cansaré de decirlo. El pequeño formato, manejable y asequible, listo para consumir de una sentada, es otro de los aspectos que me atraen. Reconozco que funciona. Así que, sin más, les deseo una larga andadura.